En las pasadas
semanas hemos tenido la suerte de compartir con nuestros amigos nepalís 2 de
sus más importantes festivales del año, el Dasain y el Dipawali. Ambos
conmemoran la victoria del bien sobre el mal.
Una vez más
sentimos la unión de esta cultura con la naturaleza. Su calendario es lunar,
con lo que todos sus festivales dependen de la fase de la luna, como nuestra Pascua.
El Dasain se
celebra durante 15 días, en la fase de luna creciente y finaliza con la luna
llena. Es un festival para celebrar en familia y el más importante de todo el año.
Durante los primeros días, la gente empieza a moverse de sus lugares de
residencia y de las ciudades donde trabajan para dirigirse a sus pueblos. Las
familias se juntan mientras las ciudades se quedan casi desiertas durante unos
pocos días.
Emprendiendo el largo camino a casa |
El Dipawali llega
unas semanas más tarde, cuando la luna está decreciendo. Tradicionalmente el
Dipawali marca el final de la época de la cosecha del arroz, cambiando
considerablemente el paisaje nepalí.
La cosecha del arroz, una tarea comunitaria |
Este festival,
aunque es también un festival para celebrar en familia, es más visible para el
viajero. La felicidad se palpa en el ambiente, la gente canta y baila y las
calles se llenan de vida.
Sobre todo hay un día especial para vivir en Katmandú
en esta festividad: el Laxmi Puja. El día de la adoración a la diosa Laxmi,
símbolo de riqueza y prosperidad, sirve de agradecimiento por la cosecha ya
realizada y como plegaria para el nuevo año.
Este día coincide
con la luna nueva y la oscuridad de esta noche se combate en las calles de Katmandú
y de todo el país con velas de aceite. Las casas se limpian a conciencia y se
dibuja en la entrada un mandala y un camino hacia dentro de la casa. Se ilumina
con velas y se deja la puerta abierta. Con este ritual los Nepalís invitan y enseñan
el camino a la diosa para que traiga con ella la prosperidad para el próximo año
a la casa.
Los mandalas y las esvásticas son los símbolos mas utilizados en estos rituales |
Un mandala es un
símbolo ritual y espiritual que representa el universo.
La esvástica es
un símbolo con mucha historia. Más allá de su utilización por los nazis como
emblema, en la cultura hindú es un símbolo de prosperidad y buena fortuna. Además
el símbolo ha sido utilizado por diferentes civilizaciones antiguas en todo el
mundo, dando lugar a diferentes hipótesis y controversias sobre su primer
origen y la manera en la que se extendió su uso.
Es una suerte
poder disfrutar de la riqueza cultural de este país cada día.
Los festivales
tradicionales son una de las partes más importantes de cualquier cultura y en
las diferencias que encontramos nos vemos reflejados. La alegría y los buenos sentimientos
del Dashain y el Dipawali se pueden comparar con nuestra Navidad, sus canciones
son nuestros villancicos y sus plegarias son similares a las nuestras.
En la diferencia
vemos la belleza de nuestro mundo. Somos tan diferentes, somos tan iguales que
no entendemos la lucha entre religiones, ni la imposición. Aceptándonos nos
hacemos libres, entendiéndonos todos crecemos y compartiendo avanzamos hacia la
paz.
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